El uso de las comillas consta de un recurso literario que se emplea en diferentes oportunidades en el momento que se está realizando un escrito. No obstante, esto deviene también en otra cuestión: cuándo está mal utilizarlas.
Aunque visualmente luzcan como pequeños símbolos en diagonal y en la parte superior de una palabra –tanto para abrirla como para cerrarla-, las comillas son mucho más que eso. Y usarlas de forma correcta requiere de conocer bien de qué se trata.
¡Te contamos todo a continuación!
Tipos de uso de las comillas más frecuentes
Las comillas sirven principalmente para realizar una cita textual de parte de una fuente externa. ¿Qué significa esto? Pues, son (o al menos debieran ser) para exhibir cada palabra tal como se encuentra en el texto o narración original.
Claro está que, en muchos casos, el uso de las comillas permite denotar que se colocan palabras textuales expresadas por un interlocutor o persona física; es decir, que citan textualmente algo que ya está naturalmente alterado.
Otro uso de las comillas que se ha vuelto frecuente
En textos narrativos, las comillas se utilizan para indicar el pensamiento de algún personaje. Así, permiten llamar la atención a partir de una frase o palabra importante del texto; por ejemplo, para una confesión increíble, una pregunta muy precisa o incluso la primera vez que se emplea un término técnico.
Asimismo, si lees un libro, texto, artículo o narración de una historia, entre otros, encontrarás comillas que cumplen los siguientes objetivos:
- Indicar que una palabra o una expresión determinada proviene de una lengua diferente respecto a la del texto
- Citar un título ya sea informativo o de fantasía. También el capítulo de un libro o algo que, simplemente, no puede pasar inadvertido
- Resaltar y hasta convertir en retórica una palabra extraña o poco frecuente. Es uno de los usos equivocados de las comillas más habituales
¿Qué tipos de uso de las comillas existen?
Tipográficamente existen diferentes tipos de comillas y las mismas son utilizadas según normas específicas. Así, se consideran tres tipos de comillas y las mismas se pueden hasta combinar.
- Las comillas latinas o españolas: también se les llama angulares por la figura de ángulo («,»). Según la RAE son las que se deberían utilizar al escribir en idioma castellano.
- Las comillas inglesas: son las de mayor utilización en las computadoras, su utilización en estos casos es válida por cumplir las mismas funciones. (“,”)
- Las comillas simples o individuales: al igual que las anteriores se encuentran en los teclados de las PC y son igualmente utilizadas que las anteriores. (‘,’)
¿Cuáles son las reglas de uso de comillas?
Existen distintos factores a seguir para el uso de las comillas con el fin de que cumplan su función específica y proporcionen al lector el efecto anhelado.
- Las comillas van pegadas al inicio o en las palabras que se desean resaltar y lo mismo ocurre al final
- Cuando finalices un párrafo o una oración con el entrecomillado, el punto debe ir al final; por ejemplo, “el posicionamiento SEO es esencial para tu sitio web”.
- Si en el texto colocas una expresión con signos propios, estos deben ubicarse dentro de las comillas
- Seguir un orden específico si durante el uso de las comillas combinas los diferentes tipos. Primero se colocan las latinas, luego las inglesas y finalmente las simples. A continuación, se te presenta un ejemplo: «Francisco comentó enojado: “Que ‘fresco’ eres tú”.
Los nombres propios no deben estar entre comillas, como así tampoco las marcas comerciales. Aunque parezca poco relevante, el correcto uso de comillas resulta imprescindible para acatar lectores, atraerlos y que permanezcan mucho más tiempo leyéndote e incluso aumenten su tiempo de permanencia en tu sitio.